
Las ideas de los médicos primitivos se encontraban dominadas por representaciones mágicas y superticiosas. La enfermedad en aquel tiempo era considerada como un demonio al que había que exorcizar.
Cuando los ritos mágicos no lograban nada, había que practicar una incisión en el cuerpo que permitiera salir al diablo por ejemplo en la cabeza.
Se han hallado ya, en enterramientos de la edad de piedra, cráneos perforados artificialmente.
Todavía en la edad media viajaban de un lado a otro curanderos, practicando operaciones de este tipo para aliviar a los "posesos"
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